Para este albariño de la Bodega de Jose Hernán Bargela de Rías Baixas, desarrollé una etiqueta ilustrada con un enfoque narrativo y emocional, donde el personaje central —una figura entre lo místico y lo teatral— representa el momento simbólico de “la última lágrima”. El diseño busca transmitir una historia visual que evoque sabor, tradición y un punto de humor irónico.

La ilustración, impresa también en la caja de madera, combina elementos orgánicos y simbólicos con una estética artesanal. La paleta en tonos vino y tierra refuerza el carácter del producto, mientras que la tipografía dibujada a mano y los detalles gráficos aportan personalidad y coherencia a toda la presentación.