Desarrollé un logotipo basado en una calavera mexicana, reinterpretada con un estilo urbano, irreverente y muy alineado con el espíritu callejero del restaurante de Albert Adrià. El diseño sencillo y gráfico, en monocromo, funciona en rótulos, vinilos y aplicaciones digitales, reforzando el concepto de taquería informal, vibrante y auténtica en pleno Paral·lel barcelonés.